La hiperinflación ocurre cuando los precios de los bienes y servicios suben más del 50% por mes. A ese ritmo, una barra de pan podría costar una cantidad por la mañana y otra más por la tarde.
La severidad de los aumentos de costos lo distingue de los otros tipos de inflación. El siguiente peor, conocido como inflación galopante, hace que los precios suban un 10% o más por año.
Causas de la hiperinflación
La hiperinflación tiene dos causas principales: un aumento en la oferta monetaria y una inflación de demanda. Lo primero sucede cuando el gobierno de un país comienza a imprimir dinero para pagar sus gastos. A medida que aumenta la oferta monetaria, los precios aumentan como en la inflación regular.
La otra causa, la inflación impulsada por la demanda, ocurre cuando un aumento en la demanda supera a la oferta, lo que eleva los precios. Esto puede suceder debido a un mayor gasto de los consumidores debido a una economía en crecimiento, un aumento repentino de las exportaciones o un mayor gasto público.
Los dos a menudo van de la mano. En lugar de restringir la oferta monetaria para detener la inflación, el gobierno o el banco central podrían seguir imprimiendo más dinero. Con demasiada moneda circulando, los precios se disparan. Una vez que los consumidores se dan cuenta de lo que está sucediendo, esperan que la inflación continúe. Compran más ahora para evitar pagar un precio más alto más adelante. Ese exceso de demanda agrava la inflación. Es aún peor si los consumidores acumulan bienes y crean escasez.
Efectos de la hiperinflación
Cuando la hiperinflación está en vigor, el comportamiento del consumidor se ajusta. Para evitar pagar más por los bienes mañana, la gente comienza a acumular hoy. Ese almacenamiento crea escasez.
El acaparamiento puede comenzar con bienes duraderos, como automóviles y lavadoras. Si la hiperinflación continúa, la gente acumula bienes perecederos, como pan y leche. Estos suministros diarios se vuelven escasos y más caros, y la economía se desmorona.
La gente pierde sus ahorros a medida que el efectivo pierde su valor. Por esa razón, los ancianos suelen ser los más vulnerables a la hiperinflación. Pronto, los bancos y los prestamistas quiebran porque sus préstamos pierden valor. Se quedan sin efectivo cuando la gente deja de hacer depósitos.
La hiperinflación hace que el valor de la moneda se desplome en los mercados de divisas . Los importadores de la nación cierran cuando el costo de los productos extranjeros se dispara. El desempleo aumenta a medida que las empresas quiebran. Los ingresos fiscales del gobierno caen y tiene problemas para proporcionar servicios básicos. El gobierno imprime más dinero para pagar sus cuentas, empeorando la hiperinflación.
Hay dos ganadores en la hiperinflación. Los primeros beneficiarios son aquellos que tomaron préstamos y descubren que el valor de la moneda que se derrumba hace que su deuda carezca de valor en comparación hasta que prácticamente se elimina.
Los exportadores también son ganadores porque la caída del valor de la moneda local hace que las exportaciones sean más baratas en comparación con los competidores extranjeros. Además, los exportadores reciben moneda extranjera fuerte, cuyo valor aumenta a medida que cae la moneda local.
Hiperinflación duradera
A pesar de la rareza de la hiperinflación, muchas personas todavía están preocupadas por ella. Entonces, si sucediera, ¿qué deberías hacer? Hay un par de formas en que puede protegerse de cualquier tipo de inflación. Los buenos hábitos financieros también lo ayudarían a superar un período de hiperinflación.
En primer lugar, esté preparado teniendo sus activos bien diversificados. Debe equilibrar sus activos entre acciones y bonos estadounidenses, acciones y bonos internacionales, oro y otros activos tangibles y bienes raíces.
En segundo lugar, mantenga su pasaporte al día. Es posible que lo necesite si la hiperinflación en su país hace que su nivel de vida sea intolerable.
